Chapultepec y Polanco, a primera vista antagónicos, están íntimamente conectados. Una cadena de recintos culturales conectan Chapultepec, el gran pulmón de la Ciudad de México, con el resto de la ciudad comenzando por Polanco, su barrio más cosmopolita. Siéntate en las escaleras del Auditorio Nacional para ver pasar a todo tipo de gente: deportistas, músicos callejeros, hombres y mujeres de traje, abuelos con niños, intelectuales y familias. Todos llegan y todos caben.
Chapultepec es el gran bosque icónico de la Ciudad de México. Es el paseo en familia del fin de semana. El lugar para hacer deporte. El escenario de amores de juventud. Kilómetros de senderos, lagos, el Castillo, el Zoológico, la Feria, los parques e incluso un camposanto. Además de los grandes recintos del arte y la cultura: el Museo de Arte Moderno, el Museo Tamayo y el Museo Nacional de Antropología, junto con el Auditorio Nacional y el Estudio de Luis Barragán, son citas imperdibles de la ciudad.
Este espíritu se traslada a Polanco, donde las calles honran a personajes ilustres de las ciencias y las artes entre casonas de estilo colonial californiano y modernos edificios; tiendas de decoración, galerías de arte, embajadas, marcas de lujo, parques y museos, y una gran escena de restaurantes y cafés. A un costado del barrio se localizan las grandes torres de la zona hotelera y, en el otro extremo, una zona comercial exclusiva con los museos más vanguardistas, como el Museo Soumaya y el Museo Jumex.