Esta construcción fue parte del convento de San Francisco, por lo que su historia está ligada a la orden religiosa. La fachada es de estilo churrigueresco, es decir, se caracteriza por un exceso en la decoración de paredes y esquinas. 

El santuario tiene una antigüedad de más de cuatro siglos. Es dirigido por la Diócesis Maronita de México, una jurisdicción creada por San Juan Pablo II. Está dedicada a Nuestra Señora de Valvanera aunque quizá es más conocida por albergar la estatua de San Charbel, el primer santo libanés, canonizado en el siglo XIII. Se le adora por haber tenido dones de clarividencia y curación.